Imagina que tu plato cobra vida. Imagina participar en el proceso de elaboración de tu menú. Imagina una experiencia gastronómica con todos los sentidos, excepto la vista.
Tal es la oferta gastronómica mundial, que es cada vez más común ver a los hosteleros y profesionales de la gastronomía experimentar para ofrecer nuevas experiencias a los comensales. Es así como surge una de las tendencias de este 2023, la gastronomía inmersiva, también llamada cocina inmersiva.
La gastronomía inmersiva se trata de restaurantes que ofrecen a los comensales una experiencia diferente, mediante el uso de imágenes, videos, estímulos sonoros, aromáticos, visuales, táctiles y gustativos. Los estímulos y las dinámicas pueden variar según la oferta. Hay quienes ofrecen al comensal participar en la preparación o selección de los ingredientes de su plato, quienes añaden estímulos sonoros y visuales al plato e inclusive quienes apuestan por ofrecer una experiencia culinaria, literalmente, a ciegas.
La idea es estar abierto a experimentar y pasarlo bien.
¿Cómo surge la cocina inmersiva?
Se dice que la gastronomía inmersiva tuvo sus inicios en París, durante el siglo siglo XIX, donde se ha conocido como “haute cousine”. Los grandes chefs franceses comenzaron a experimentar en la preparación de los platos, elaborados de forma artesanal e incluyendo materia prima seleccionada cuidadosamente, transformando el proceso en una obra de arte, con travevidos resultados finales.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, se han ido incorporando nuevas experiencias al proceso. La cocina inmersiva siempre estará en continua innovación. Siempre buscará ofrecer nuevos sabores, nuevas sensaciones y nuevas formas de presentar el producto que sorprendan a los comensales. Dentro de esta búsqueda de nuevos retos, se han explorado técnicas culinarias como esferificaciones, espumas o deconstrucciones.
Restaurantes con cocina inmersiva
A nivel mundial hay ciertos íconos de esta tendencia. Uno de los más conocidos es el restaurante Alchemist, en Copenhague, que ofrece un menú basado en platos técnicamente muy complejos, acompañados de grandes performance con artistas y elementos visuales que invitan a la reflexión.
También es el caso de Ultraviolet, en Shanghai, que consta de una sola mesa, donde diez comensales se adentran en una experiencia culinaria con una trama teatral donde la comida lleva el hilo de la historia.
En España, tenemos el restaurante de Ferran Adrià, Enigma, en Barcelona. En Enigma, como su nombre lo indica, los comensales se entregan ante una experiencia que incita a la curiosidad, ofreciendo un recorrido de varias horas donde se degusta el menú de la temporada.
Sin duda seguirán surgiendo propuestas culinarias únicas que irán más allá de la comida y de la innovación gastronómica, siempre de la mano con la innovación tecnológica, que permite explorar nuevas posibilidades.